Un Enfoque Integral para su Diagnóstico y Manejo
Introducción
El asma es una de las enfermedades crónicas más comunes en la infancia, afectando aproximadamente al 10-15% de los niños a nivel mundial. Se caracteriza por una inflamación crónica de las vías respiratorias que provoca síntomas como sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos. Estos síntomas pueden variar en severidad y frecuencia, afectando significativamente la calidad de vida de los pacientes y sus familias. El manejo adecuado del asma en niños es crucial para prevenir exacerbaciones, mejorar el control de la enfermedad y reducir el impacto en el desarrollo y bienestar del niño.
Se conoce por muchos nombres diferentes, cada uno de los cuales tiene matices, pero para entendernos, si han diagnosticado a tu hijo de bronquitis, bronquiolitis, hiperreactividad bronquial, asma, catarro descendente, «se le ha bajado al pecho», «tiene pitos»… este artículo te puede ayudar.
Junto a la Dermatitis Atópica, las Alergias Alimentarias, la Rinoconjuntivitis Alérgica y la Hipertrofia Adenoide, son las manifestaciones más habituales en la infancia de la Marcha Atópica.
Etiología y Factores de Riesgo
El asma es una enfermedad multifactorial que resulta de la interacción entre factores genéticos y ambientales. Entre los factores de riesgo se incluyen:
- Historial Familiar: Los niños con antecedentes familiares de asma o alergias tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
- Exposición a Alérgenos: La exposición a alérgenos como ácaros del polvo, polen, caspa de animales y moho con una activación del sistema defensivo (frecuentemente una infección viral) puede desencadenar el desarrollo de asma en individuos susceptibles. Esto es más fácil que ocurra en niños que no han tenido contacto previo ni frecuente con estos alergenos. La exposición habitual en las primeras etapas de la vida tienden a generar tolerancia.
- Infecciones Respiratorias: Infecciones virales en los primeros años de vida, especialmente con el virus sincitial respiratorio (VSR), se han asociado con un mayor riesgo de asma. Son infecciones que tienden a generar una respuesta inflamatoria más intensa en vías respiratorias bajas (los bronquios) y que pueden exacerbar el desarrollo de esta respuesta a largo plazo.
- Tabaquismo: La exposición al humo del tabaco, tanto prenatal como postnatal, es un factor de riesgo significativo para el desarrollo del asma. El tabaco es un agresor más, y recuerda que exponer al niño a un alergeno con un daño asociado incrementa la posibilidad de generar una sensibilización alérgica.
- Contaminación del Aire: La exposición a altos niveles de contaminantes ambientales, como el ozono y las partículas finas, puede exacerbar los síntomas del asma y aumentar el riesgo de desarrollo de la enfermedad. Por el mismo mecanismo del tabaco y las infecciones virales. Agresión constante lleva a un mayor desarrollo del sistema defensivo que responderá de forma más intensa y a veces errónea a alergenos que coinciden con ese ataque.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en:
- Historial Clínico: Evaluación de la frecuencia y severidad de los síntomas respiratorios, así como su relación con factores desencadenantes como el ejercicio, el clima frío o la exposición a alérgenos o las infecciones.
- Examen Físico: Auscultación de los pulmones para detectar sibilancias, aunque su ausencia no excluye el diagnóstico de asma.
- Pruebas de Función Pulmonar: En niños mayores de 5 años, la espirometría es una herramienta clave para confirmar el diagnóstico de asma, evaluando la limitación del flujo aéreo reversible tras la administración de broncodilatadores.
- Pulsioxímetro: Actualmente es muy fácil de adquirir un pulsioxímetro infantil. Nos dirá la Saturación de Oxígeno en sangre. Lo normal es que esté por encima de 95%. Entre 90 y 95% está alterada, pero suele ser bien tolerada por los niños. Pero por debajo de 90% suele afectar de forma evidente, haciendo que el niño tenga una falta de energía evidente y mala cara, con dificultad para respirar más o menos clara. Si vuestro hijo está activo, con buen color y con una Saturación inferior a 90%, significa que el pulsioxímetro está midiendo mal. Otra situación en la que puede dar saturaciones bajas sin es cuando los dedos en los que se mide están muy fríos o cuando el niño está a punto de que le suba la fiebre.
- Pruebas de Alergia: Las pruebas cutáneas o los análisis de IgE específica pueden ayudar a identificar sensibilizaciones a alérgenos comunes y guiar el manejo del asma. Aunque en Bronquitis con desencadenantes concretos es más importante la concordancia entre la exposición al alergeno y la aparición de síntomas.
Manejo Clásico del Asma en Niños
El manejo del asma en niños se ha centrado clásicamente en el control de los síntomas y la prevención de exacerbaciones. Esto se logra mediante un enfoque que incluye:
- Educación del Paciente y la Familia: Es fundamental que tanto el niño como sus cuidadores comprendan la naturaleza del asma, los desencadenantes y el uso correcto de la medicación.
- Plan de Acción para el Asma: Este plan debe ser personalizado y proporcionar instrucciones claras para el manejo diario de la enfermedad, así como pasos a seguir en caso de crisis.
- Tratamiento Farmacológico de la crisis:
- Medicamentos que curan: Inhaladores de corticosteroides son la base del tratamiento para reducir la inflamación del bronquio.
- Medicamentos de Alivio Rápido: Los agonistas beta de acción corta (SABA) se utilizan para aliviar los síntomas agudos y prevenirlos antes de la actividad física.
- Medicamentos para la prevención:
- Corticoides inhalados como tratamiento mantenido: Aunque suele ser efectivo puede tener efectos secundarios frecuentes al bajar la reactividad a veces por debajo de lo normal. Los corticoides son inmunodepresores y pueden favorecer la infección por hongos y el desarrollo de caries, por lo que suele recomendarse enjuagar la boca tras aplicarlos. Pero con frecuencia esto no es suficiente para evitar los efectos adversos.
- Montelukast: Es un inhibidor de los leucotrienos con efecto inmunomodulador. No siempre funciona, pero en mi experiencia cuando lo hace es mucho mejor que los corticoides inhalados.
- Control de Factores Desencadenantes: La identificación y minimización de la exposición a desencadenantes específicos es vital para mantener el control del asma.
- Seguimiento Regular: Las visitas regulares al pediatra o al especialista en alergología son importantes para ajustar el tratamiento según la evolución del paciente y garantizar un control óptimo de la enfermedad. Suelen aplicarse escalas de tratamiento como la GEMA o la GINA.
Tratamiento integral del Asma que yo uso en la actualidad
Mi planteamiento en toda patología alérgica busca normalizar el funcionamiento del Sistema Inmune, ya que sea por una tendencia genética o por una modificación ambiental, todo niño que sufre una patología alérgica, lo hace porque su Inmunidad no está bien regulada y es una guerra absurda luchar solo contra las manifestaciones, sin abordar el problema que las origina. Esto se puede lograr por medio de la Inmunomodulación.
La inmonomodulación en niños asmáticos la centro en medicamentos como Montelukast o Ketotifeno, probióticos específicos para este problema, eliminación del azúcar de la dieta y exposición habitual y razonable al Sol y la Naturaleza.
La segunda base de mi enfoque es entender un problema mecánico: Si hay un daño en la vía respiratoria inferior es porque el filtro de la vía superior (la nariz) no hace su trabajo. Se insiste mucho en que lo sano es respirar por la nariz, porque la nariz es el filtro que calienta, humedece y limpia el aire protegiendo al resto de la vía respiratoria. Cuando la nariz se inutiliza con congestión o moco tan abundante que impide respirar por ella, no queda más remedio que respirar por la boca. Si lo hacemos, todo el aire frío, seco y con irritantes pasa directamente a la garganta y a los pulmones produciendo una agresión a la que es más fácil que responda de forma agresiva haciendo la bronquitis.
Podemos conseguir una buena permeabilidad y funcionalidad de la nariz haciendo lo que yo llamo el Baile del Moco.
En mi experiencia, la mayoría de los niños que usan este enfoque de Inmunomodulación y Nariz Despejada mejoran claramente llegando en muchos casos a prescindir de los aerosoles y poder tener una vida normal.
Conclusión
El asma en niños es una enfermedad crónica que requiere un enfoque proactivo y colaborativo entre médicos, pacientes y familias. El diagnóstico temprano, la educación adecuada y un plan de manejo individualizado con un enfoque que se centre en la normalización del Sistema Inmune son esenciales para mejorar la calidad de vida de los niños con asma y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo. Con un manejo adecuado, la mayoría de los niños con asma pueden llevar una vida activa y saludable.
Si quieres que haga una valoración personalizada de vuestro caso podéis acceder a mi consejo directo por medio de la Consulta Online o Presencial en mi Hospital de Granada.
Para los que queráis más Información:
Global Initiative for Asthma. Global Strategy for Asthma Management and Prevention, 2023. Available from: https://ginasthma.org/gina-reports/ Nivel de evidencia del estudio: N/A (Guía de práctica clínica basada en evidencia actualizada anualmente).
GEMA (Guía Española para el Manejo del Asma). GEMA4.4 (2023). Disponible en: https://gemasma.com/ Nivel de evidencia del estudio: N/A (Guía de práctica clínica basada en evidencia actualizada anualmente).
Quirce S, Callejas FJ, Barranco P. Guidelines for asthma management: GINA vs GEMA, similarities and discrepancies. Arch Bronconeumol. 2020 Mar;56(3):146-152. DOI: 10.1016/j.arbres.2019.07.011. PMID: 31629679. Nivel de evidencia del estudio: Nivel 1 (Revisión sistemática de guías clínicas).